De vez en cuando la vida

El otro día Serrat me dijo: "No, que hoy me siento bien...no estoy cansado". Ese fue uno de nuestros diálogos cortos. Uno que lo conoce desde cuando escribió las Cartas Amarillas y esas canciones que fueron un éxito le soporta sus pocas palabras. Fue en la galería de la Aninat, donde presentaron un libro sobre sus canciones. Es que tienen tantas que hay que hacerle libros. Uno que lo conoce tanto, sabe que Serrat es una fuente inagotable de recopilaciones y potpurris de letras. Claro, si lo dice en su canción :"Hoy te busqué en la rima que duerme en todas las palabras". Bueno, ahí estaba yo, ahí estaba Serrat. Ahí estaban los mozos sirviendo suhshi (que cosa tan perversamente desabrida) y conversamos. En la escalera. A pasitos cortos. Así camina Serrat cuando lo aprietan por sacarle una foto, una firma, una mirada. Uno que lo conoce tanto. Si cuando vino a Chile al concierto del Parque O'higgins, fui uno de los primeros en llegar. O cuando salió al balcón de La Moneda el '78, cuando visitó al presidente. Ahí estaba yo. En esa oportunidad cantó a capella su famoso Himno a la Alegría. Si. El mismo que hace a dúo con la Maldonado cuando viene a Chile.
Uno que lo conoce tanto, sabe cómo goza con esas cosas simples.
Entonces en que estaba???? Ah! claro, el sushi, Serrat que me habló, la galería.
Fue interesante aburrirme con anécdotas de Felipe del Río que fue como un presentador de urgencia. Y la Ale Hewstone, la que escribió el libro, estaba total...mente nerviosa. Pero le salió todo espectacular.
Uno que conoce tanto a Serrat se da cuenta cuando él se lo está pasando genial. Por eso lo esperé a la salida y justo antes de subir a su Volvo, le dije: "Joan Manuel, cantate una"(la picardía del chileno). Me respondió con una leve sonrisa, que es el gesto íntimo entre los dos para decir: "Vete a la mierda, que follón ni que canción".
Y así se fue. De vez en cuando la vida, nos pone a mi y a Serrat en el mismo lugar. Así son estas amistades famosas.