Esta delicia de restorán, en las inmediaciones del barrio Brasil, no sólo encanta sino que invita a repetición, al menos, una vez al mes.
Con la Jota nos fuimos a poner un cabernet J.Bouchon que estaba de masticarlo con su buena lasagna tradicional. Previo al fondo, dos piscos sour encargados a Lima y un carpacho de salmon que tenía aroma a mar abierto. El pescado este, obvio, estaba adornado con una estrepitosa lluvia de alcaparras.
Vino el postre, tortas de merengue y lúcuma o frambuesa y luego el cafecito.
Finalmente, don Cristián, el mejor garzón, se esmera en que usted se lleve una buena impresión y llega con la sonrisa de oreja a oreja con la cuenta.
Que en realidad genera una risotada en el comensal al darse cuenta de lo módico.
Con todo lo que le nombré, pague tranquilo 25 lucas por pareja.
Restorán Oh Sole Mio.
Moneda 1818
Santiago
Esquina Erasmo Escala
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