sábado, 24 de mayo de 2008
Peruvian run!!! (o Los Balcones de Lima)
Obvio... con la Jota Jamett salimos a la hora del loly de la casa y con mi incesante antojo de ceviche más pisco sour catedral más lomo salteado. Y nos dimos a la tarea de caminar...mentira de tomar el auto y partir al Olan. Pero el restorán en cuestión estaba absoluta e irredarguiblemente repleto. Había, según reporteó la chiquilla, cinco grupos de personas antes que nosotros. Vencidos por la circunstancia, partimos al Puerto Perú...ok tampoco. Ahhhhh!!! Nos quedaba Macchu Picchu. Pero tampoco había nada y ya mi estómago, como el nombre de ese último local visitado, estaba en ruinas.
Hasta a que a la Jota se le encendió la ampolleta, de xenón, por cierto, y se acordó de un local en el sector de Loreto, creo. "Los Balcones de Lima". Oiga, déjeme que le cuente limeño o limeña que el local en presentación, es el típico restorán del centro limeño en que un mozo de cordial acento y peinado al languetazo, lo recibe.
Abrimos, sentados en la mesa 3, con un catedral heladito, transpiradito, que al paladar era glorioso y al resto del cuerpo revoltoso. En eso estábamos cuando encargamos al chef un ceviche de corvina que según las normas internacionales del Centro de Ceviches de Cosapana, estaba del ONE. Coronados con su rodajita de rocoto los fragmentos de pescado, con aspecto engañadoramente frágil, reposaban calmos en hojas de lechuga cubiertas de un jugo de limón perverso...porque escondía en sus entrañas el picante más violento de la noche. Sin embargo, el ceviche estaba notable. Y sabe qué varón lector, dama lectora?...el famoso "apetaizer" no causó mayor estrago que el necesitar abundante pan, dado que -como me dio a conocer la J- el ají se combate con masa y no con líquido.
Terminado el bocadillo pasamos al fondo que, esta vez, fue para este servidor un lomo salteado con arroz, iluminado con una pirámide de papas fritas sobre cebolla y algo de pimentón. Vaya usted a saber por qué el pimentón, pero ahí estaba (o era tomate???). Mientras discutíamos sobre el valor de las litografías que adornan el salón, Jota consumía con gusto y bríos tallarín salteado con mariscos.
Y así se pasó la noche que nos impidió tomar allí el postre, porque se nos ocurrió otro final para la juerga. Como sea, yo me vuelvo a asomar por los Balcones de Lima, porque es sandía "calá".
Los Balcones de Lima
Loreto 154
TEL 492 4636
Precio, aprox, por pareja, incluye propina, 25 luquitas.
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1 comentario:
era tomate no pimentón ;)
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