domingo, 4 de mayo de 2008

Tú... y sin ti yo no/ Tú...y sin ti ya no

Venía en el auto, desde la casa de mis padres. Fue el martes pasado. El martes raro, porque no era ni feriado ni nada,pero tenía libre. Y puse la Cooperativa...¡no!, ¡no!, la Play, sí la Play, y se pusieron a tocar música que no escuchaba hace mucho tiempo. La cosa es que...ah, sí, venía en el auto y salió esta canción de Mecano, que contiene la frase que encabeza esta entrada (Tú... y sin ti yo no/Tú...y sin ti ya no). Y me acordé de dos cosas, pero en una fracción de segundos. Primero, que esa era la canción que estaba escuchando en un boliche de mala muerte en San Antonio cuando me llamó una amiga para decirme cuánto me quería. Extraño, porque nunca lo había hecho. Dos semanas después supe que estaba muy enferma y que pensaba que se iba a morir. Bueno hasta hoy lo piensa, pero está re bien.
La otra oportunidad en que me topé con la canción de marras, fue justo cuando entré al oscuro ambiente de un departamento en que se celebraba un cumpleaños. Había olor a cigarrillo, trago y también olía a enredos. Pues bien saludé a la festejada, me moví hacia la terraza y, en el camino, me encuentro sentada en una silla a una novia de hacía por lo menos 21 años. Quizás más. Esa mujer, la típica con que uno se manda un polvo y al otro día anda urgido comprando en la farmacia algo pa saber si quedó o no embarazada. Bueno, esa mujer era ella. Justo, cuando la saludé de riguroso beso y abrazo, ¡tate! se escucha salir desde el equipo de música la frase del millón en voz de la Torroja: "Tú... y sin ti yo no Tú...y sin ti ya no".
Guaaaa!!!!!!!! Más coincidencia, dónde???? En fin, haré el cuento corto: la fiesta terminó de amanecida y no nos despegamos. Recorrimos muchos años de infancia y de otras cosas. Hasta que nos fuimos a su casa. A ver fotos...yiaaaaaaaaaaaaa! seguro.
Creo que la amé por unos segundos...o quizás más. Ya en la tarde, la flor del recuerdo estaba a medio morir cantando y caché que mejor me iba. Si claro había sido extremadamente amable la vida con regalarme ese momento. Pero era mucho. Las hebras del tiempo en algún momento se agotan, se separan y nunca es bueno tener un nudo en la vida. Pero bueno, al menos al otro día no tuvimos que partir a la farmacia.

1 comentario:

Hugo dijo...

Es un tema precioso.. yo no se lo q tenia este tio en la cabeza, pero sinceramente, para mi, supera con creces la creatividad de los otros dos componentes de mecano y de practicamente todos por no decir todos sus contemporaneos de la época... me encanta jose maria cano... ojala pudiera conocerle algun dia y pasarme una semana con él...