miércoles, 2 de mayo de 2007

Única Vez




Desde chico (en la foto a la izq., junto a mi hermano) NO me gusta hablar de lo que pudo ser. Menos de las cosas que algunos denominan los "pendientes". Pero me inquieta que piensen que soy extraño porque tengo la capacidad de sentir distinto, de ver diferente, de tener otra perspectiva de los actos y las palabras, de lo cotidiano y de lo "políticamente correcto".
Por eso, para que no haya dudas ni preguntas tan insistentes, permanentes y reiteradas, algunos puntos a aclarar.
Desde que me acuerdo, he sabido enfrentar lo adverso con una fórmula muy cara emocionalmente, pero que sirve positivamente para mantener la calma. Siempre he pensado y practicado la distancia, si me doy cuenta de que es precisa y necesaria. Hace unos días una amiga del colegio que me topé cerca de La Moneda me criticaba por haber terminado con una novia de ese entonces, de un día para otro. Claro, la "Chica" y yo eramos la pareja perfecta. Teníamos que casarnos y tener hijos. Pero se acabó el amor. Y para qué extender la cosa...para qué hablar. Para que mantener vivo algo artificialmente ¿Porque nos veíamos "lindos"? ¡Andáaaaaaa!
Las cosas son así, la vida es tan corta para preocuparse y sufrir. Se sufre cuando se está con alguien, después se muere y se sepulta. Fin.
Luego, y por eso estas líneas, me encontré con el buen Fernando. Un amigo de esos que parecen cometas. Cuesta encontrarlos. Pero pasan una vez en siglo y revolucionan todo. Claro el más porro de la clase resulta que ahora estudia física nuclear en no se donde y, pa más, TIENE UN PORSCHE!!!! En fin, Feña me decía, "¿oye y que pasó con tal o cual?". No se le respondía, no tengo idea. "Pero cómo, nunca más viste a los compañeros", insistía. Me costó que entendiera que no tengo esos nexos. No tengo un grupo de amigos de esos del colegio o de la U. Ni me calienta tenerlos. Sin embargo, cuando reaparecen en la vida esas personas del pasado, bien... y hablamos, nos tomamos un café, en fin. Todo se actualiza. Todo tienen el valor de antes. En eso estoy claro. Ver a la Marta, a Claudia, a Jaime, mis amigos, me vuelve un poco al pasado. Y me hacen sentir que no ha pasado el tiempo. Pero no quiere decir, insisto, que quedan sentimientos "pendientes" por no verlos.
Y, bueno, vuelven con sus historias, sus palabras, sus mentiras y verdades. Y ahí estamos. Otra vez unidos.
Entonces, me preguntaba Feña, que qué pasaría si, por ejemplo, uno de mis grandes amores del colegio volviera a mi vida y estuviera soltero.
Le dije que obviamente algo pasaría. Pero no porque eso estuviera "pendiente", sino que porque los amores, los que hicieron sentir, las amistades que entregaron parte de la vida que uno tiene, quedan en estado de LATENCIA, jajjajj que divertido...pero es como el desierto florido. Y eso no es "pendiente". Porque en tanto no están no se extrañan, pero si vuelven reviven.
También el Feña me decia que pasa si te topas con el Negro G, que te hacia rabiar. "Capaz que le de la mano", dije.
Por eso cuando me preguntan esas cosas, la respuesta es simple: si me hizo bien y volvió es por algo y si se puede retomar algo bien.
Distinto, eso si quiero aclarar, es cuando te topas con alguien que te hizo daño, quizás ahí hay cosas "pendientes" y muy bueno sería ajustarlas con un combo o un buen desprecio...metafóricamente hablando.
En el caso de las "obligaciones" con las demás personas. No creo tenerlas. No me siento amarrado. Y cuando gente que quiero, como la Montse, o mis amigos me preguntan por qué es dificil contar conmigo, les digo que contar con alguien tiene que ver no con llamar dos o tres veces al día por teléfono, o acompañarlos a un matri o a un cumpleaños. Siento que hay cosas más dramáticamente importantes, situaciones más vitales en las que si pueden confiar en mi. Eso es una garantía.
Sobre las forma de ver la amistad. Ahí está claro que el que me traiciona, el que me hace sentir mal, se apaga, se borra y punto. ¿Qué es eso de tener amigos que te dañan? Claro que se dan oportunidades, pero no es para siempre.
Se que es extraño que use esta vitrina para hablar de mi. No es el destino de este espacio. Pero es bueno dejar una clave, una ventana, un manual.
En síntesis, creo que es injusto que me odien o me juzguen por tener la capacidad de olvidar y borrar de mi vida las cosas malas de forma casi instantánea. Si algunos se demoran más no es culpa mía y rogaría que no me lo sigan refregando en la cara.
Sobre mis amigos que no veo y la crítica de que no los llamo y no los busco... sorry estoy programado así y no ha llegado a mi vida el UP GRADE necesario para cambiar.
Sobre contar o no conmigo... saquen las cuentas al final del día.
Sobre el resto, estoy y estaré tranquilo porque así como puedo odiar, puedo volver a creer, a amar y a comprometerme. Eso no es un desafío, es una promesa. Porque lo quieran o no formo parte de sus historias y saben de qué soy capaz.
P.L.

2 comentarios:

SCL-BCN-PAR-SCL dijo...

Uf, parece que te han dado duro con este tema... hay un dejo de enojo en las palabras o me equivoco?

En todo caso comparto contigo varias cosas que dices aunque admito que soy diametralmente distinta en la manera de relacionarme... supongo que eso también es lo interesante de quienes conocemos... que no todos pensamos o sentimos igual.

PD: Qué buena foto!!!
Saludos y besos desde BCN.

sam blake dijo...

Protesto enérgicamente. Se borró mi comentario de ayer, que era la única canción que te he dedicado.
Guena guena
Buuuu