Juan Larreta no es rencoroso. Por eso decide escribir esto y titularlo de una forma atractiva sólo para que lo lean. Juan Larreta está contento por estos días porque sabe que tiene gente que lo apoya. No escribe en tercera persona por que sí. Lo hace porque los grandes lo hacen. Ahí está el caso de Martín Vargas. Por eso Larreta está escribiendo esta carta de esta forma. Para trascender.
Larreta no sabe de bajones, porque siempre tiene el chiste a flor de labios. Y por ahora está concentrado en jugársela por volver a ser humano. Porque Larreta sabe que su humanidad humana es importante. Porque sabe que su palabra es escuchada.
Larreta está de acuerdo con no gastar el tiempo de otros en entradas de blogs que nadie lee. Por eso Larreta no se enrreda ni un segundo y es claro en decir que no puede hacer cosas porque cuando le dicen que no las puede responder. A lo cual, somos muchos los que pensamos como aquellos santos filósofos Ortega y Gasset. A lo cual Larreta no se deja intimidar.
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