Te podría esperar hasta mañana, pero sólo después de que te duermas conmigo como en Tiltil.
Ya te diste cuenta donde vivo. Así es que te espero, sin más oferta que mis dedos de piano ausente y mi cara sola.
Déjeme decirle señora, que cuando cerró la reja por segunda vez, ya había estado volando en tu pecho. Y que eso no te enoje. PREFIERO SER UN PAJARÓn y no un lentón.
Viste que si podemos encontrarnos. Como el 2002. El 2005 y el 2006. Y ahora en que nos quedamos más que simplemente solitos.
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