viernes, 10 de agosto de 2007

Etha Carinæ


El universo triste, sin ánimo de estrellas, se parece mucho a tus labios.
No porque estén helados, sino que porque tienen un espacio tan amplio en relación con los míos, que puede caber todo lo que es y lo que no es entre ellos.
En fin.
No te doy lecciones. No tienes más que olvido. Y por eso cuando te vi en Caracas, preferí no hablarte. Aunque coincidimos en ese aeropuerto medio feucho, preferí conversar con un guardia, antes de decirte hola.
Triste universo, que algún día se va a quedar sin una de sus estrellas más misteriosas...Etha Carina la llaman. Una luz que fue, que puede ya no ser, pero que todos esperan ver más allá del centro de la nada.

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