Tal como me lo anticipó el buen Erwin, en Calama lo que más abunda son las schoperías con derecho a mina. La cagó el pueblo pa califa. Y bueno la mayor oferta laboral dice relación con el rubro de marras para el cual se ofrecen plazas de trabajo mediante carteles que rezan: "Señorita, buena presencia, se busca".
Hicimos el ejercicio y fuimos, arriesgando nuestra integridad, hasta un antro para ver
qué era lo necesario para ocupar el cargo de "Señorita, buena presencia".
Para tal menester, en la plaza de Calama tomamos contacto con Scarle, sin "t", y fuimos con ella a pedir la pega.
"Bueno aquí tienes que ser garzona", le dijo el encargado. "Y tienes que tener un buen vocabulario", añadió.
Tras un par de horas de trabajo, el vocabulario se fue a la mierda. "¡Oye po juancho, dile a este gueón que no me agarre las tetas!", exclamó Scarle tras un arranque de un parroquiano.
Diferente fue su rostro, cuando otro de los contertulios le ofreció 40 lucas por un polvo... Ahí la "señorita, buena presencia, se busca", partió a un privado y le dio atención preferencial al cliente.
"20 lucas para ella, 20 para la casa", comentó el buen Juancho, quien opera de cafiche moderno.
Cerca de las cuatro de la madrugada, la pega se terminó. La "señorita, buena presencia, se busca", partió a su casa. Con 60 lucas en propina y pagos por favores amorosos...en fin su cartera olía a follandra. No estuvo mal para una primera noche. No estuvo nada mal.
Tres días después, nos enteramos que la bella Scarle, estaba hecha un membrillo en la posta local. Un cliente descontento las emprendió en su contra con una silla.
Al otro día del incidente, el mismo local puso en la vitrina un nuevo mensaje: "Señorita, buena presencia, dócil, amistosa y tolerante, se busca".
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