Una de rosé, otra de cabernet. El auto sin marca. En medio de mi calle.
Tu blusa indiscreta. Y tus ojos negros.
El sushi de la vuelta de la esquina. Un par de locuras habladas. Algo de tus perros y de tu hermana. Piero, de frente en la conversa.
Sin duda cambiaste tu perfume, pero es el mismo.
Te espero.
PD: Siempre te dije que tenías que hacer lo que tenías que hacer.
PD2: No me hagas tomar un día lunes, para eso están los jueves o viernes.
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