domingo, 10 de febrero de 2008

Noche de copas, mañana de líneas


Tenía que escribir no se cuantas guevadas antes de poder bajar al pasillo a tomar un miserable café. Y, repentinamente, paffff, se cortó la luz...Sí, se cortó la luz!!! y se acabó el trabajo. Agarré mis Camel, el encendedor de cafiche mexicano que me regaló Erwin y me fui derechito a la máquina de café.
Ahhhhh. Ahí estaba ella. De pie, pero la veía como recostada en el pilar de la puerta. Qué par de ojos, qué tremendas piernas. En fin, una maquinita generadora de las más tiernas hormonas.
La conocía bien. El lunes, llegaba más tarde, como a las 10, porque tenía que pasar por el banco. El martes, estaba a las nueve en punto con su vestido de franela y zapatos de taco alto. El miércoles se venía en su auto y se estacionaba a dos espacios del mío. El jueves, llegaba con pantalones, una blusa y un pañuelo al cuello. El viernes, oh!!! glorioso viernes que me la regalaba en jeans y polerita.
Si señor!!! Me sabía su vida. Incluso sabía que tenía novio.
Pero me daba igual, si lo que quería ver estaba libre como su pelo. Nadie podía evitarlo.
Cierto día en la tarde, recuerdo que Catalina, mi jefa, me llamó a la oficina para pedirme una nota sobre el tráfico de droga en el metro. Salí con un fotógrafo y nos fuimos a ver qué podíamos sacar. Cerca del mediodía, curiosamente en una estación del subte muy lejana a la casa de la "despampanante", me la encontré sentada en un banquito. Las mimas tremendas piernas, los mismo ojos, pero algo distinto le encontré. Estaba medio adormecida, se notaba que había pasado una noche un poco agitada. Me acerqué junto con el fotógrafo y le dije: "Hola, como te va, Sandrita. Tu me conoces re poco, soy Juan, Juan Larreta y trabajo en la misma redacción que tu. A veces...". Iba a terminar la frase y la mina me interrumpió: "Seee, seee, si se. Si te he visto baboseando en la máquina del café. Eres tan poco piola".
Puta, me quedé helado. No por lo de baboso. Puta la mina me conocía!!! Me cachaba!!!
Me reí nervioso y deje que la conversa nos llevara un poco más allá del saludo. Llegó el metro y nos fuimos al centro. Al Portal Fernández Concha. Nos sentamos en un bolicha el que voy cuando tengo que almorzar rápido. Bueno ahí me contó la historia. El día anterior había salido con su novio, pelearon y el la dejó abandonada en una disco muy lejos de su casa.
Me dijo que el tarado se había puesto tan cocainómano que no le importaba dejarla botada con tal de ir a un carrete en que estuviera la diosa blanca.
En fin, le escuché todo. Hasta sus cuentos amatorios de motel que en realidad no tenían pito que tocar en esa charla.
Pasaron las horas y se dio cuenta de que no había ido a trabajar, que tenía 56 llamadas perdidas en el celular y que estaba conmigo. Conmigo, el looooooser del la máquina de café.
Se despidió gentilmente, se arregló el pantalón y se fue.
Me dejó comiendo sólo. Peeero había logrado algo. En medio de la plática me había dado el celular. Así que en la noche la llamé car'e raja pa saber cómo estaba.
Me atendió súper triste. "Aquí estamos...mal pues, Juanito, ya se por qué mi novio se ha puesto tan estúpido. No era sólo por la droga, además tiene una mina".
Chuuu, osea se la estaban cagando!!! Pero qué bestia ese hombre, era como como cagarse a la Pampita!!!
Pero en fin, la estaban gorreando. Al final de un largo sollozo me soltó que quería irse de la casa, porque también había pillado unas cartas de la amante de su pololo. Se quería largar lejos.
"Mira, si la yegua le dice que me abandone, que ella es más joven y que le gusta todo lo de él", me dijo una Sandra medio derretida.
"Acá en otra carta le dice que se vayan a vivir al campo, por ahí por Nancagua. Que horror como me pudieron engañar tanto. MMM y fíjate que en la más nueva de las cartas la galla termina diciéndole: 'Quiero crecer, quiero conocer más junto a ti. Eres lo mejor que le puede pasar a alguien en la vida. Te quiero y espero que podamos estar lueguito juntos. Te ama: Frida' ".
Justo se me acabó la batería del celular y no pude seguir escuchando. Pero me quedó dando vuelta que la hayan cambiado por otra, si esta mina es total. Y más encima la cambian por una mina con nombre de vieja. Nadie puede llamarse Frida!!!

1 comentario:

lady C dijo...

veo que cambiamos la casa, enchulamos las paredes y mudamos la pluma..veo que está tan grata como siempre, como mirar por la ventana un día de otoño.