lunes, 25 de febrero de 2008

Paciente MENTE...MIENTE

Un hilo de plata y chocolate, junto a la ventana histérica de luna. Unas docientas veces la mirada cáustica y volátil. Mirada, paciente, miente un poco más, que el canto azul de la mediana locura te puede afectar.
Mi única riqueza está en arriendo, entre barbas de cálido pelaje. Mis tormentas florecientes, mis caminos dibujados con tu suerte. Cuatro puntos lentos, una lluvia de una sola gota. Me dispara tu valiente corazón, me recoge tu infinita soledad.
Las doce malditas agujas, las quinientas oblicuas mentiras, las mil pausas sin fuerza.
Déjame tocar con el hombro el acorde verde de tus ojos. Camina sobre el canto de mis uñas, para no olvidar que me olvidaste.
Enfermo de recuerdo, hastiado de perfumes, inversamente estático y paralelo. A ti. A tu ráfaga pequeña. A tu día encarcelado. A tus visibles suspiros. Tu reseca armonía. Tu cumplida promesa de concreto. Y tus últimas dos palabras. Tus primeras dos miradas. Y la potente leyenda de tus labios.

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