En mi habitual tertulia de los viernes en el Bigas, de Plaza Ñuñoa, esta vez la invitada fue mi buena Maca. Más conocida como "Bárbara", que no es nombre artístico ni nada por el estilo. Es sólo que las primeras veces que le hablé no me aprendía su nombre y por eso se lo cambié a "Bárbara" a petición de mi buen amigo Sarraceno. En fin, ahí estábamos cuando, como a las 2 de la mañana, irrumpió en el local una mujer madura, bien vestida y con un jovenzuelo que pudo ser su hijo. La cosa es que a poco de sentarse comenzaron a darse duro. En todo sentido. Como que discutían, y como que se amaban. Se besaban, y se medio samarreaban.
Sólo un diálogo captado para que me entiendan.
ELLA: "Y qué tiene, si esa pendeja no te va a dar lo que yo te doy"
EL:"Oye, pero cómo me dices eso, si es tu hija"
ELLA: "Ojalá no lo fuera...Sería más fácil"
EL: "Claro, entonces dejémoslo acá no más. Así sería más fácil"
ELLA: "Ah, no. Si tu me dejas, ya sabes... me tendrás que ir a ver al cementerio"
EL: "¿Cómo me dices esa guevá? Eso es manipulación"
ELLA: "Y el auto que tienes ¿no es manipulación? Los viajes, la casa..."
EL: "Viste que me sacas todo en cara al final"
ELLA: "Ya guagua, no más, en serio, es que te quiero poh"
EL: "Ya, ves que no te cuesta nada ser mas tierna. Si igual te quiero"
(MEDIO BESO, CON AGARRA AGUIRRE)
ELLA: "Bueno la sopresa que te tengo es esto. Son dos pasajes a Marruecos. Partimos el jueves"
EL: "Te amo tanto. Siempre haciÉndome feliz"
PLOP
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