lunes, 8 de enero de 2007

Conveniente el viaje


Repulsivo señor Larrazeta:
Veo que una vez más su cobardía se hace patente en medio de este desafío epistolar y por ello prefirió abandonar el buque antes que hundirse con sus frases mediocres y ñoñas. Imaginome que el tan mentado viaje que debió iniciar obedece a obligatorias vacaciones porque no quiero pensar que está escapando como conejo asustado (22 segundos).

Hace más de 10 años que existe la internet, en todos y cada uno de los poblados, villorrios y caceríos de este país; por lo tanto, me pregunto: ¿cómo es posible, gordito cahuinero y mentiroso, que usted no gaste un par de monedas en los mal llamados cibercafé, (que de ciber no tienen más que el nombre y café quizás pudiera ser la muralla del frontis de estos locales)?

Sin exigirle respuesta, porque pareciera que está haciendo uso de la garantía de que soldado que huye sirve para otra batalla, le dejo lanzado el siguiente desafío, señor Libarreta: ¿será posible que alguno de sus abyectos lacayos le informe que yo estoy ávido de sostener un nuevo debate respecto de la estupidez que concentra su razonamiento, toda vez que ha intentado robar, hurtar, "chorear" mi bien ganado espacio, dentro de la redacción más prestigiosa de la ciudad?

Sepa usted, roedor de cola pelada, que no habrá distancia ni tiempo, ni palabra que lo libre de mi implacable batería de insultos una vez que nos veamos las caras.

Se despide desatentamente,

Juan Alfonso Larreta
Periodista
Mecánico dental por correspondencia
Rabdomante a la usanza búlgara
Bibliotecario de guías telefónicas
Deontólogo de oficio

1 comentario:

sam blake dijo...

Vuelve!