Obviamente, señor Larreta (le digo señor, por la avanzada edad que tiene, entiendo) usted tiene el germen de la torpeza alojado en la memoria. Se lo digo porque mi apellido es LEZAETA y no de las mil formas que usted lo presenta en su misiva de aroma belicoso y estructura básica.
Una vez aclarado ese punto, paso a decirle que desafortunadamente para usted, no goza del don de la ubicuidad por lo tanto si va a Melipilla, pierde su silla. ¿le queda claro?
No voy a entrar en detalles sobre mis supuestos alardeos porque entiendo la ira que puede sentir un hombre solo como usted que con suerte coquetea con su jefa!!!! Busquese una vida.
Vayan estas pocas lìneas, entonces, para que sepa que si quiere guerra la va a tener, señor Larreta. No soy ni quedado ni comprensivo.
Ah!! y antes de que se me olvide, no se preocupe por librarme de los famosos helados York. En verdad son una mierda. Lo que menos he encontrado en medio del hielo-crema ha sido una hormiga, dos pedazos de palitos rotos, un anillo de cobre, media uña postiza y cuatro pesos.
Tenga usted un buen día
P.L.
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