De vez en cuando la vida, como dice Serrat, nos entrega el placer de la sorpresa. El sonido de la párvula visión. De la glorífica inocencia. El camino alternativo a nuestra vida chata, compleja y desgastada. Donde tenemos que inventar caras y respuestas. Ganas y atenciones.
Para eso tenemos que morir un poco. Tenemos que hacer frente a los "mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne". En fin.
Hoy Larreta duerme y por eso me tomo su espacio. Porque a mi también me pasan cosas. Porque también tengo derecho a robar atención que este pelotudo creía sólo de él.
A Larreta no hay que creerle mucho. Es exagerado, nervioso y le gusta que lo adulen. Se hace pasar por tierno jugador de pichangas con niños, pero es implacable al momento de la crítica. En fin de él sólo diré eso. Mi vida ha cambiado muchísimo en los últimos meses, así es que bien vale que ponga por escrito algo de esa novedad.
Mi alegría se escribe con "M", de Montserrat. Mis placeres con "Y" de los helados York. Mis canciones con "C" de casa. Y los millones de besos y abrazos, esta vez ya más sinceros y menos alambicados, con "M" de mucho.
El destino siempre tiene un dulce para entregar. Un premio silencioso. Así superamos los fallos, las tormentas, la falta de caridad.
Mmmm, Larreta está despertando...Dejemos que crea que no ha pasado nada acá. Y cuando lea sabrá por qué aún existe!!!!!
PEDRO
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