Mire mi desdichado Chantaleta, no crea que con ese discursillo olor a cabernet y pasado a sopaipilla va a poder ganarse mi perdón.
Ya sabía yo que mi querella iba a amedrentar su cuero de gallina, su corazón de pavo y su lengua de gato.
Usted es, Prietazeta, un malévolo. Un pedazo de la nada. Un óvulo de basura.
Nada que salga de su boca puede tener valor. Nada que genere su espíritu puede llegar a ser fecundo.
Tómese una tapita de veneno, ya?? Y prohíbase respirar por 10 minutos a ver si nos encontramos en el Limbo, que vendría a ser como la Plaza Italia de los no vivos.
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