viernes, 27 de julio de 2007

Who Is????

Juan Larreta nació de una entretenida aventura literaria. Y como me han preguntado cómo llegó a convertirse en mi alter ego, creo que estas pocas líneas pueden explicarlo.
Larreta contó una historia medio real y medio fantasía. Pero en esencia tiene las ideas que me dominaron hace unos meses cuando volví a la vida de soltero. Es decir, a estar otra vez en el "mercado" como dijo alguna vez una hermosa mujer que hasta el día de hoy llevo atada a mis mejores recuerdos de infancia.
Este personaje medio torpe y consentido es la fórmula del desahogo. Pero fue dotado de una personalidad medio oscura, porque siempre tenemos algo oculto. Larreta es una especie de anticuario de los sueñor. Un señor de la disputa. Una imagen del querer ser. Por eso cuando él habla, incluso después de muerto -muy a mi pesar- está enviando señales que pocos pueden interpretar.
A confesión de partes, relevo de pruebas dicen por ahí. Entonces, debo aclarar que fue una noche de vinos, quesos y follandra, cuando decidí asesinarlo.
Pero no fue una muerte tradicional. Fue un deceso pensado a la luz de los comentarios que hasta ahora me hace la mujer que está por estos días velando mi sueño.
Larreta estaba convertido en algo muy superior a mi presencia. Y por eso había que sacarlo de la realidad mentirosa y pasarlo a un plano más espiritual.
De esa forma logre consentir el deseo intrinseco de no ser opacado por sus circunstancias. Y, claro, no me fue tan bien, porque a juzgar por los comentarios, él se ganó la simpatía de quienes me interesan como personas.
El señor Larreta era o es honesto. Pero un poco alucinado con su estatus de rector de mi vida paralela. No puedo homenajearlo porque me resta protagonismo. Pero tampoco puedo enviarlo de una patada al olvido. Este señor tiene su historia y creo que dentro de los placeres culpables están sus éxitos. Eso es inapelable, como las palabras que de ahora en adelante puedan venir de su vida no terrenal.
Su libertad, su completa disolución en un mundo de fantasmas, hace que mis locuras estén ahora al arbitrio de un ente que no tiene límites. De tal modo, Larreta es el gran ganadro de mis envidias. Y por eso, más que un comentario espero ahora una flor para tan importante caballero.
Larreta, mis parabienes. Larreta, esto recién empieza.
PL

1 comentario:

Millarahue dijo...

Pedro: tú me caes tan bien como tu alter ego. Y sabes que admiro absolutamente esa parte de ti que le da vida a ese personaje que me hace reir como nadie por estos días, aun desde el más allá, o el limbo con pinta de plaza italia al que hace alusión. Notable ambos!