martes, 3 de abril de 2007

Angulosa

Si se trata de ángulos, prefiero el agudo, que viene después de la segunda botella. O de preferencia antes de la primera como se supone es la nueva convención. Así las cosas, angúlame más seguido porque es la fórmula mas esdrújula de tu pánico. En todo caso yo no miento. Me dieron clases de calma y me dijeron que era medio bestia. Sentado en un sillón aroma a pozo, me tuve que encontrar con las preguntas.
Angúlame te decía, porque tienes que conocerme rápido. Sobre todo por eso del matrimonio. Que obviamente me tiene bien entusiasmado.
Angúlame te repito, para que no sientas que tienen razón sobre mi ingenio o mi mal genio. Porque son parte de la pólvora castiza de rumores viejos.
Ajústame sin médula y rezame un pequeño te de hierbas. Porque el pasado no tiene brazos y si se encarga de enlodarme, venga tu exquisita mar para limpiarme.

1 comentario:

sam blake dijo...

Un tal José lo dijo hace no tanto tiempo, que las personas somos plásticas y que al final lo único que tenemos es la historia. Pero para proyectarnos, no para lloriquear por la leche que se derramó o dejó de derramarse.
Así que fly me to the moon no más, mire que estos ataques de angustia míos son pequeños. Se ríe usted y altiro me contagia.
Sin trascendencia en un mundo en que la necesitamos. Le repito: los opuestos al final son bastante iguales.