Déjame clavar mi bayoneta en la clara y desértica sien de tu esperanza. Mujer anclada en mi retícula. Déjame versear con tu pasado para que las letras que me devuelves sean nido de alacranes. Del norte y sur, prócer de mi desdicha. Te pensaste sola, pero estás de cable y cuero a mi lado. Tienes un corazón de mimbre. Y mi sexo idiota te compadece. Se hicieron las noches de bandera, en el clavo oxidado de tus ojos. Atrévete y mastica mi nervio, sola de mujer y útero!!!!!
Me encendiste la visión y no me acabo. Me donaste la médula del opio. Te sangré, como todos los meses. Mujer dividida!!!!!!
Te odio, pero te amo. Te deseo, pero no te conozco. Artista como el alfarero. Bruja porque no entiendes mi amor.
Te parece una palabra fuerte??? Si se. Pero no me dejo convencer.
1 comentario:
Ostras, se suponía que todo se puede
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