Piero

Piero tiene el futuro en las palmas de las manos. Con la risa pueril del tiempo exacto se deja querer por las arenas.
Pierto tien parte de la furia del viento y de la suerte enorme de la vida.
No conoce de mentiras.
Se pasa los días jurando vivir en paz. Y sus padres arremolinados le dan el corazon en cucharas.
Se qedó enamorado del sol y las estrellas lo miran con envidia. Porque tiene una madre digna y un papá esmerado. Un padre de piel pintada, pero de pensamiento vivos.
Piero tiene las plantas de los pies embadurnadas de oro. Como la mujer que lo cargó por siglos.
Como la niña que pensó primero en su azúcar en la sangre y se dejó llevar por el aroma a limón.
Piero tiene la respiración del hombre, la mirada del niño y los pasos de milagro.
Piero es la fantasía que se quedó perdida, a buena hora, en Suecia. En el piso de arriba.
Piero es, con todo, la respuesta al amor desatado.